José Luis Valdez Medina, Ivonne López Romero, Olivia Torres Aristeo,
Mario Piña Monroy, Norma Ivonne González Arratia López Fuentes y
Mario Ulises Maya Martínez
Universidad Autónoma del Estado de México
Universidad Xochicalco,
Ensenada, Baja California México
El
objetivo de la presente investigación fue identificar los miedos más frecuentes
en niños, adolescentes y adultos, por sexo. Se trabajó con 210 participantes,
repartidos equitativamente, la edad promedio es de 11 años en niños, 15 en
adolescentes y 45 en adultos.
Los
miedos del pasado en las tres generaciones giran en torno a la oscuridad, a los
animales, a los seres imaginarios, a las figuras de autoridad, a la soledad, a
situaciones escolares, ante algún accidente y a la muerte propia y de seres
queridos.
El
miedo es una emoción universal, ya que la evidencia empírica muestra que todos
los seres vivos comparten la experiencia de sufrirlo (Rodríguez, 1999). El
término proviene del latín metus, y se define como una emoción que puede
alcanzar gran intensidad y que deviene cuando el individuo se percata de un
factor amenazante tanto físico como mental, emocional o social, que lo hará
reaccionar de forma auto-defensiva, a través de una serie de cambios
fisiológicos (Calles, 2004).
Es
la reacción, respuesta o conducta que tiene el organismo, para intentar
restablecer el estado de paz (equilibrio, homeostasis, tranquilidad), que está
a punto de perderse o que ya se ha perdido, y que provoca que la persona se
altere física y psicosocioculturalmente (Valdez Medina, 2009). Para el
psicoanálisis es el efecto de un trauma infantil no resuelto, para el
conductismo es una forma de aprendizaje y condicionamiento, para la terapia
familiar es el producto de un mal funcionamiento de las relaciones familiares,
y para la postura cognoscitivista es una forma de reacción a las modalidades de
unión y separación (Nardone, 1997).
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De
acuerdo con la teoría de la paz o equilibrio (Valdez Medina, 2009), el miedo es
el motor fundamental de la conducta. De él provienen cada una de las respuestas
que todo organismo emite para intentar ubicarse en una nueva situación de paz o
equilibrio, debido a que en la vida todo es transformación y cambio, todo se
mueve hacia adelante. Concibe la existencia de cuatro tipos de miedos,
biológicos y psicosocioculturales: la muerte o enfermedad; soledad o abandono;
carencias o necesidades y castigo o venganza.
RESULTADOS
De
acuerdo con los resultados obtenidos en la presente investigación y a partir de
una análisis por jueces expertos con un 75% de acuerdo, todos los miedos de
niños, adolescentes y adultos corresponden a los establecidos en la tipificación
de miedo de la teoría de la paz o equilibrio de Valdez Medina (2009): muerte o
enfermedad, soledad o abandono, carencia o necesidad, y castigo o venganza.
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Los
resultados permiten apreciar que a lo que temían en el pasado los niños y las
niñas era a los animales, a la oscuridad, a los seres imaginarios (como brujas,
fantasmas, monstruos, coco, duendes), a las figuras de autoridad y a la
soledad. Con lo que respecta a los miedos del presente en niños y niñas, estos
son originados por los animales, la oscuridad, los seres imaginarios, las
películas de terror, la soledad, las cuestiones escolares, las figuras de
autoridad y las expectativas del futuro.
En
el caso de los adolescentes se encontró que lo que en el pasado les provocaba
miedo eran la oscuridad, los animales, los seres imaginarios, los payasos, la
muerte propia y de la familia, así como la soledad, el no aprobar en la Revista
Electrónica de Psicología Iztacala escuela, las figuras de autoridad y
cuestiones relacionadas con carencias y/o necesidades. En la época actual los adolescentes hombres y
mujeres viven la emoción del miedo ante amenazas como los animales, la
oscuridad, la muerte propia y de la familia, la posibilidad de estar solos, el
no aprobar en la escuela, ante la presencia. Los aspectos del futuro que
provocan miedo en adolescentes son la guerra, la delincuencia, la destrucción
del ambiente, la muerte de la familia y la soledad, así como el fracaso
personal y la posibilidad de evitar las carencias y satisfacer necesidades.
Para
los adultos aquellas amenazas que provocaban miedo se resumen en lo relacionado
con los animales, la oscuridad, la posibilidad personal y familiar de llegar a
la muerte, los seres imaginarios, las figuras de autoridad y los regaños. El futuro también es motivo de miedo para los
adultos, quienes experimentan la emoción ante situaciones o procesos como la
enfermedad, la vejez, la muerte de la familia, el desempleo y el destino de los
miembros del hogar.
DISCUSIÓN
El
reconocimiento y el ser respetado marca a las personas y produce una
interacción entre el organismo y el ambiente (Maslow, 1979). En la etapa
adulta, hombres y mujeres buscan cumplir con el patrón que les ha sido asignado
psicosocioculturalmente, de ahí que experimenten diversos tipos de miedo.
En
palabras del autor se le teme a la muerte (a perderte a ti mismo) y a todos
aquellos eventos o procesos de deterioro que acercan a ella, como la
enfermedad, los accidentes, la soledad, el abandono, el rechazo, el castigo y
la carencia. Temores que coinciden con los resultados obtenidos en esta
investigación, y que corroboran la existencia de miedos biológicos y psicosocioculturales.
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